miércoles, 30 de abril de 2008

Editorial

Las inconsistencias de la acusacion e irregularidades en la reciente detencion del actor Tito Vasconcelos refuerzan la sospecha de que algunos quiza encuentran intolerable el exito de un artista y empresario gay que no se censura ni se alinea.

Si hubiera cometido algun delito tendria que responder por ello, aunque haya sido el mayor patrocinador individual de la marcha del orgullo y otras muchas, innumerables iniciativas sociales, politicas y culturales.

Pero tras el reiterado acoso que han sufrido sus negocios y espacios en los ultimos anios nos inclinamos a pensar que se trata de algo mas bien turbio.

Esperamos que el nombre de Tito quede limpio, y que esto no desaliente el coraje de otros empresarios, periodistas, artistas y activistas, a 30 anios de la primera manifestacion publica en Mexico del colectivo homosexual